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Hontzak luce una nueva decoración con «censura eclesiástica»

La comparsa Hontzak, cuya decoración ha sido retirada tras una denuncia del Obispado, ha replicado señalando que «las supersticiones particulares nunca pueden estar por encima de los derechos elementales, como lo es el de libre expresión».

En un comunicado, la comparsa Hontzak ha explicado que con la decoración, que ha sido retirada por orden judicial, pretendían «hacer un ejercicio práctico de libertad de expresión y desobediencia civil en contra de la existencia en el Código Penal español del absurdo e injusto delito contra los sentimientos religiosos, ejercicio en el cual reivindicamos que no se le deben poner límites de ningún tipo al humor».

«No entendemos que nadie se pueda sentir ofendido por esto, y si es así, nos sentimos muy ofendidos por ello y les exigimos que dejen de ofenderse inmediatamente, porque ofendiéndose faltan al respeto a nuestros sentimientos más íntimos», han agregado.

Desde la comparsa señalan que creían «que las personas que organizan performances que escenifican un ritual mágico caníbal en el que simulan comerse la carne y beberse la sangre de un mozo de 33 años entenderían que a algunas personas nos pudiera resultar gracioso. Nos parecía tan delirante que no pensábamos que lo hacían en serio».

También han criticado la Semana Santa: «A las personas que formamos Hontzak tampoco nos gusta demasiado la fiesta esa que montan en primavera, en la que unos encapuchados pasean públicamente, y en presencia de niños, muñecos macabros y ensangrentados que puede herir la sensibilidad de muchas personas. Pero entendemos que es un ejercicio de libertad de expresión».

«También entendemos como un ejercicio de libertad de expresión que estas personas menosprecien a las mujeres, ataquen la libertad sexual o arremetan contra la diversidad de género. Aunque no entendamos dónde está el chiste o la parte divertida de esas afirmaciones», agregan.

Por esto, animan «a esa gente que tanto se ofende a reirse un poco de sí misma, ya que abundan los motivos para la mofa en sus planteamientos vitales».

La comparsa ha concluido instando a reflexionar «sobre si es muy razonable que las personas adultas tengan amigos invisibles y pretendan que los demás nos lo tomemos en serio».