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Álex de la Iglesia: «Todos tenemos un componente de maldad»

Tras pasar por los festivales de Berlín y Málaga, este viernes llega a los cines ‘El bar’, el último trabajo del director de cine bilbaino Alex de la Iglesia, un filme coral entre el «thriller» y la comedia sobre la supervivencia en las situaciones límite.

Álex de la Iglesia en Zinemaldia de 2015. (Juan Carlos RUIZ / ARGAZKI PRESS)
Álex de la Iglesia en Zinemaldia de 2015. (Juan Carlos RUIZ / ARGAZKI PRESS)

El realizador bilbaino ha presentado hoy en Madrid la nueva película, cuyo guión firma con Jorge Guerricaechevarría, junto a parte del elenco -Suárez, Carmen Machi, Terele Pávez y Jaime Ordóñez-, en el madrileño bar El Palentino, uno de los escenarios en los que surgió la idea.

«Los guiones surgen de historias que te pasan. Primero, nos ocurrió una a los dos -a él y Guerricaechevarría- que motivó la película, y es que estábamos en El Palentino y de pronto entró un pobre que estaba durmiendo entre cartones. Entró desesperado, creo que sobre todo aterido de frío por haber dormido toda la noche fuera, pegando gritos y con intención de matarnos a todos», recuerda.

Reaccionaron -advierte- como «pequeños cobardes de la pradera» y se metieron debajo de la mesa, mientras la dueña del bar«"se levantó, le cruzó la cara, le sentó, le dio una copa de aguardiente y le tranquilizó».

«Todo transcurrió dentro de la más absoluta normalidad, y entonces dije, 'Vale, yo soy un miserable y esta mujer es Dios'», explica el director de cintas como ‘El día de la Bestia’ o ‘Balada triste de trompeta’.

Ese episodio está en el germen de ‘El bar’, un «thriller» que sigue también la línea de filmes como ‘Diez negritos’, en los que «hay que adivinar quién es el asesino», y que «también es una comedia, porque los personajes son gente de la calle que reaccionan a una situación muy tremenda».

«Y lo hacen de una manera muy natural. Hacen y dicen cosas que diría mi madre», explica el bilbaino, y añade que también es una cinta de terror, porque «ese ambiente simpático y encantador va en serio: los personajes se están jugando la vida».