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Udalberri dice que abrir una oficina en Kaiene es un «golpe» contra la organización vecinal

El grupo municipal UdalBerri ha afirmado que la apertura de una oficina en el denominado espacio Kaiene, ubicado en el barrio de Otxarkoaga, y en el que se pretendía crear un espacio comunitario de ayuda a personas refugiadas y migrantes, supone «un nuevo golpe del gobierno de Aburto contra la organización social y vecinal».

El ateneo y casa de acogida Kaiene de Otxarkoaga. (@kaieneotxar)
El ateneo y casa de acogida Kaiene de Otxarkoaga. (@kaieneotxar)

Udalberri ha lamentado que, al abrir la oficina en el espacio previsto para Kaiene, el Ayuntamiento de Bilbo «haya dado la espalda a este proyecto nacido con el doble objetivo de convertirse en casa de acogida para personas migrantes y el de desarrollar actividades culturales que fomenten el pensamiento crítico» en Otxarkoaga.

En su opinión, esta decisión supone «un nuevo golpe del gobierno de Aburto contra la autogestión y la organización social y vecinal». «Esta es la forma con la que el ejecutivo municipal agradece a la ciudadanía el trabajo realizado en pro del bien común», ha criticado.

Udalberri ha indicado qUe los locales, propiedad del Ayuntamiento, llevaban cuatro años «sin ninguna clase de uso» tras la clausura de la guardería gestionada en su día por la obra social BBK, entidad bancaria a la que el Ayuntamiento arrendaba las instalaciones.

Por ello, ha criticado que el Gobierno «haya decidido ubicar una oficina municipal en un espacio que recientemente había sido recuperado, sin ofrecerles alternativa alguna de ubicación a los vecinos que habían puesto en marcha dicho proyecto tan enriquecedor para el barrio y para toda la ciudad».

Para la concejal de Udalberri, Amaia Arenal, las instituciones «deben apoyar este tipo de proyectos que surgen del trabajo colectivo y las redes de cohesión social y vecinal generadas entre la ciudadanía».

«Ofrecer locales municipales para el desarrollo de este tipo de proyectos sería una forma de apoyarlos mientras que tapiar el acceso a estos, contratar una empresa de vigilancia y seguridad privada para no permitir la entrada a ellos y meses después ubicar una oficina municipal en un espacio abandonado por la institución durante años, es otra forma más de cercenar la autogestión y la organización social y vecinal», ha señalado.