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Huelga en Bilbobus y Bizkaibus para el día de Santo Tomás

Más de 250.000 usuarios del transporte urbano e interurbano de Bizkaia se verán afectados por la convocatoria de huelga del 21 de diciembre, día de Santo Tomas, y las movilizaciones previstas en tres de las concesionarias de Bizkaibus y en Bilbobus.

Foto de archivo de un Bilbobus. (Monika DEL VALLE/FOKU).
Foto de archivo de un Bilbobus. (Monika DEL VALLE/FOKU).

En un comunicado, el sindicato ELA ha señalado que llevan denunciando más de un año que el transporte público de autobús de Bizkaia (Bilbobus y Bizkaibus) gestionado por entidades paralelas y pertenecientes a los mismos grupos empresariales, están inmersas «en importantes recortes» de plantillas, de medios humanos, materiales y que además las plantillas «padecen distintos incumplimientos de convenio». Todo ello, según ha apuntado, está afectando a un servicio público que «pierde calidad y repercute en el pasajero».

ELA ha manifestado que a toda esta situación se ha sumado la «nula capacidad» por parte de las empresas para renovar los convenios colectivos vencidos, «en un constante tira y afloja entre empresas y la administración que los financia (Diputación y Ayuntamiento de Bilbao) a las que presionan para seguir aumentando unos beneficios que oscilan en el entorno del millón de euros anual por empresa, proveniente de dinero público, que es entregado a éstas».

El día 21 de diciembre, coincidiendo con la festividad de Santo Tomás, las plantillas de Ezkerraldea Meatzaldea Bus, Pesalur, Gam Txorierri y Biobide (Bilbobús) estarán llamados a una huelga que, según ELA, tendrá un «seguimiento total», al igual que los paros desarrollados desde noviembre.

Asimismo, distintas manifestaciones recorrerán Bilbo para denunciar públicamente la actitud de estas empresas y de la Diputación de Bizkaia, así como del Ayuntamiento de Bilbo. ELA ha indicado que estas concesiones que transportan en una jornada habitual unos 150.000 usuarios, verán multiplicada la afección por el día de Santo Tomás.

ELA ha exigido a la Diputación foral de Bizkaia y al Ayuntamiento de Bilbo que asuman las responsabilidades que les competen en la prestación y gestión de este servicio público, y no permitan que las empresas «mantengan de rehenes a los pasajeros y las plantillas de estos servicios».