@gara_jvivanco

El Athletic vence pero no convence ante el Rayo (3-2)

Victoria apurada del Athletic que bien podría haber sido holgada, pero con un jugador más y clarísimas y malogradas ocasiones de gol ha terminado casi pidiendo la hora ante un Rayo que se resiste a ser de Segunda. Partido alocado en el que lo mejor ha sido el triunfo que permite seguir pensando en Europa y el hermanamiento entre ambas aficiones antes, durante y al final del encuentro.

Raúl García ha fallado un penalti (Aritz LOIOLA / FOKU)
Raúl García ha fallado un penalti (Aritz LOIOLA / FOKU)

Victoria y gracias. Difícil explicar un partido en el que han sucedido tantas cosas, buenas y malas, mejores y peores, donde el Athletic ha podido golear y ha acabado deseando el final de un partido alocado, incierto, pero que ha terminado ganando vayan a saber si por esa ‘flor’ de la que se habla y a algunos les incomoda. Triunfo vital para sus aspiraciones, pero muchas dudas en el juego de este Athletic.

Con tímidos gritos de «Sí, se puede» ha despedido la numerosa hinchada rayista una primera mitad en la que se han llegado a escuchar algunos silbidos al inoperante juego del Athletic, que se había adelantado en el marcador a los dos minutos de juego y ha visto cómo a partir de ahí el balón ha sido de y para el Rayo, hasta que los de Paco Jémez han igualado la contienda casi sobre la bocina. Decepcionante Athletic en un primer acto en el que solo ha sido mejor que su rival en los cinco primeros minutos en que ha embotellado al Rayo y ha sacado provecho de un disparo de Williams desviado por Amat a la red.

Salida en tromba de los leones sobre un Rayo que se ha visto sorprendido en esa jugada ensayada que ha acabado en gol. No se veía un tanto a balón parado en San Mamés desde la primera jornada de Liga. Hoy, Beñat ha lanzado templado al área, Williams ha burlado a su par abriéndose hacia un espacio despejado, se ha orientando y de volea ha golpeado un balón que desviaba Amat a su propia meta. En la banda, Garitano se abrazaba con Patxi Ferreira felicitándose por esa jugada ensayada.

El Athletic ha podido aumentar su ventaja al cuarto de hora, pero el penalti señalado sobre Raúl García previa revisión del VAR lo ha errado el propio navarro, o mejor, lo ha detenido Alberto, que también ha sacado el segundo remate de Yeray a su rechace. Oportunidad perdida porque el Rayo se ha adueñado entonces de la pelota, mientras el Athletic se ha sumido en un desacierto que ha terminado por desesperar a la parroquia rojiblanca. Ni dos pases seguidos, errores en la última decisión, balones a ninguna parte para tratar de quitarse el dominicio visitante... Tres disparos lejanos del Rayo han sido el aviso del empate que estaba por venir. Antes, el VAR ha ‘anulado’ otro penalti sobre Williams señalado esta vez por el colegiado. Y de lo que ha podido ser, a lo que ha sido: Álex Moreno ha enganchado y cruzado a la red de Iago un deficiente despeje de la zaga bilbaina. Descanso.

Nada hacía presagiar que al Athletic se le fuera a poner de cara el partido a vuelta de vestuarios. A los cuatro minutos, amarilla para el peruano Advíncula por golpear con la mano en la cara de Raúl García; al minuto siguiente, Williams se lo guisa y se lo come, balón a la cazuela, 2-1, y partido que se ha puesto más de cara todavía al ver Advíncula la segunda cartulina, en el 52, por otro golpe con el brazo esta vez a Yuri.

Con uno menos, el Rayo ha quedado a merced de un Athletic que se ha divertido durante buen rato jugando casi al gato y al ratón. Eso sí, antes, Garitano ha visto cómo Dani García ha dejado el campo lesionado, y Yuri poco después también por el golpe recibido. Pero el Athletic estaba de dulce. Primero el VAR ha dejado sin empate al Rayo en un gol anulado pero que ha sacado los colores a la zaga bilbaina y poco después Raúl ha sentenciado en una contra con el 3-1. Parecía todo decidido, pero este Athletic aturullado a la hora de firmar una goleada, malgastando nítidas ocasiones para ampliar la renta por impericia propia o acierto de un gran Alberto, ha visto cómo Raúl de Tomás ha acortado distancias en el minuto 84 para cabreo mayúsculo de un Garitano al que le llevaban los demonios.

Si el Athletic no ha terminado pidiendo la hora, con un jugador más y con seis minutos de prolongación, ha sido porque hubiera resultado demasiado bochornoso. Suspiro final y San Mamés entonando «¡El Rayo es de Primera!» y la grada vallecana devolviendo el apoyo.