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Protesta contra la precariedad de miles de mujeres en la Margen Izquierda

El Centro Asesor de la Mujer Argitan, pensionistas y activistas sociales se han manifestado en pleno centro de Barakaldo para denunciar la situación de «violencia y desigualdad» que padecen las mujeres que viven en la Margen Izquierda.

Protesta contra la precariedad de miles de mujeres en la Margen Izquierda.
Protesta contra la precariedad de miles de mujeres en la Margen Izquierda.

Argitan, Pensionistak Martxan y la plataforma contra la exclusión Berri-Otxoak, se ha concentrado en el céntrico paseo de los Fueros, en cuyo número 3 se localiza la agencia de contratación de trabajadoras de hogar y cuidados Apuros Mayse, a la que acusan de irregularidades y presiones contra sus empleadas.

El Centro Asesor de la Mujer Argitan ha destacado que este caso se enmarca en la situación de violencia y desigualdad que padecen las mujeres que viven en la Margen Izquierda, «con un paro del 16,5%, que es tres puntos y medio mayor que el masculino, una precariedad laboral superior un 20% al que padecen los varones, salarios un 24% por debajo de los masculinos y pensiones un 40% inferiores, mientras la pobreza real femenina se dispara al 9,3% frente al 4,5% de los hombres».

«En un precarizado mercado laboral, esta realidad se acentúa cuando nos referimos a las trabajadoras de hogar y cuidados, sobre todo las internas, que sufren condiciones de explotación excepcionales, a veces sin contrato, sin descansos ni de día ni de noche ni semanalmente. Estas irregularidades se multiplican al referirnos a las mujeres migrantes, empleadas como mano de obra barata escudándose en la Ley de Extranjería», ha advertido la asociación.

Ante este caso, los convocantes de la protesta han reclamado al Gobierno de Lakua que, a través de la Inspección de trabajo, controle las condiciones de explotación de las trabajadoras de hogar y cuidados internas en los domicilios, que se cumplan las jornadas máximas legales, los descansos diarios y semanales y el pago de todas las horas de trabajo.

Además, han exigido que Lanbide funcione «como una agencia pública eficaz» en la colocación de las empleadas de hogar, «evitando que las trabajadoras se vean obligadas a poner en manos de agencias que no respetan sus derechos laborales».