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Denuncian que la administración pública no controla a la empresa Silicatos de Malpica en Lezama

La asociación vecinal Lezama Bizirik ha denunciado a través de una nota que ningúna administración pública esta controlando la posible contaminación que pueda estar generando la actividad de la empresa química Silicatos de Malpica.

Silicatos de Malpica en Lezama.
Silicatos de Malpica en Lezama.

Según Lezama Bizirik, Silicatos de Malpica (Antigua FMC Foret) está realizando los trámites administrativos y medio ambientales para ampliar su planta con el objetivo de instalar un nuevo horno e instalaciones anexas, chimenea, almacenes...

La asociación vecinal asegura que con este horno, la empresa, que forma parte del grupo multinacional IQE, podría «duplicar su protección», con lo que «también duplicará la contaminación atmosférica, los vertidos de líquidos industriales, la generación de ruidos y vibraciones, el consumo de energía...»

Tras solicitar y analizar el informe técnico y medioambiental de la empresa, Lezama Bizirik también ha denunciado que ninguna administración pública controla directamente las posibles contaminaciones que puede estar causando la actividad de Silicatos de Malpica. Según señalan, «es la propia empresa la que la que hace su autoevaluación y solo cada tres años».

En una nota, Lezama Bizirik señala que según datos aportados por la propia empresa, en el año 2018, la planta emitió a la atmósfera más de 32.000 toneladas de CO2, «de lo que se puede deducir que si duplica la producción esta emisión sobrepasaría las 50.000 toneladas, aún considerando el argumento de la empresa de que mejorarán los filtros».

En cuanto a los vertidos industriales líquidos, la empresa va a solicitar un aumento del volumen autorizado que actualmente es de 11.300 m3 anuales, hasta los 19.240m3.

La agrupación vecinal cree que la administración va a dar luz verde a la ampliación, «ya que aún reconociendo sus importantes impactos considera que estos son compatibles si se controlan y se toman las medidas correctoras».

«¿Quién controla?»

Sin embargo, desde Lezama Bizirik se preguntan quién controlará. «En el vertedero de Zaldibar también había controles y medidas correctoras que hacía la propia empresa. Ahora se ha producido el desastre y el Gobierno Vasco es incapaz de concretar ni el tipo ni la cantidad de residuos, ni las condiciones de seguridad, ni siquiera si cumplía con la normativa legal. Da verdadera lástima oír a los responsables de la administración intentando justificar lo injustificable».

Por todo ello, han en exigido el «control directo y continuo» de la administración medioambiental y la supervisión de las medidas correctoras.