UGT considera que la OTA no se trata de un servicio esencial, por lo que ha expresado su indignación por el hecho de que el Ayuntamiento de Bilbo no lo haya suspendido. La demanda de la central se suma a la planteada por el Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN), que considera una «grave equivocación» mantener en esta situación de excepción de regulación del estacionamiento.
«Ciudades con muchísima más densidad de tráfico, cargas y descargas y plazas de aparcamiento, como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga y un largo etcétera lo han hecho desde el principio del estado de alerta sanitaria», ha detallado la central.
«Los responsables de estas ciudades, muchas de mayor densidad que Bilbao, han considerado todos que si mantenían la OTA ponían en peligro a vigilantes, familias y a la ciudadanía al obligarles a permanecer en la calle, en una pandemia donde prima la salud y el confinamiento de la població», ha insistido el sindicato.
Las fuentes municipales han recordado que el control y vigilancia del cumplimiento de la obligación de pagar por aparcar en las calles de Bilbo se lleva a cabo, prioritariamente, de forma telemática, mediante el uso de un vehículo dotado de la tecnología necesaria, que recorre las calles constantemente aunque también por los empleados del servicio, un centenar actualmente.