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Argitan exige soluciones estructurales que garanticen empleo digno para las mujeres

Argitan, el Centro Asesor de la Mujer de Barakaldo exige soluciones estructurales que garanticen empleo digno para las mujeres. Ha alertado que la crisis del coronavirus «está agravando las situaciones de violencia, de precariedad y de pobreza que ya sufrían muchísimas mujeres».

Foto de archivo de una protesta de Argitan. (Marisol RAMIREZ/FOKU).
Foto de archivo de una protesta de Argitan. (Marisol RAMIREZ/FOKU).

El Centro Asesor de la Mujer Argitan, de Barakaldo, ha señalado a través de una nota de prensa que la crisis del coronavirus «está agravando las situaciones de violencia, de precariedad y de pobreza que ya sufrían muchísimas mujeres».

Según ha advertido, la crisis sanitaria del covid-19 «está evidenciando, más si cabe, las desigualdades y la discriminación estructural que sufren las mujeres dentro de este sistema capitalista y patriarcal en el que vivimos».

En ese sentido, ha denunciado que «muchas mujeres que ya tenían una malas condiciones laborales se enfrentan a perder sus empleos o a exponerse a situaciones de riesgo tanto ellas como sus familias», a la vez que ha destacado que, en esta crisis del coronavirus, «son estas mujeres las que están trabajando en los sectores que precisamente se consideran esenciales para el sostenimiento de la vida, como sanidad, hogar y cuidados, reponedoras y cajeras de supermercados, residencias, auxiliares, limpiadoras, y ayuda a domicilio».

Argitan ha denunciado que estas trabajadoras «sobreviven en condiciones laborales infinitamente peores, con salarios de miseria, con menos derechos laborales y en algunas ocasiones incluso carentes de derechos, como pueden ser muchas trabajadoras de hogar que se ven obligadas a trabajar sin contrato».

«Estas mujeres son las que están trabajando en primera línea de la pandemia, en precario, con contratos parciales y temporales, con sueldos que en ocasiones ni siquiera llegan al salario mínimo, sin medidas de prevención ni seguridad», ha advertido.

El centro asesor ha considerado necesario «poner en primer plano» la «violencia económica que sufren las mujeres», para «poder transformar este sistema que nos condena a las mujeres a todas estas desigualdades y nos obliga a vivir en un modelo en el que los cuidados son nuestra obligación social».

Corresponsabilidad

Por otro lado, Argitan ha señalado que «no se está ejerciendo la corresponsabilidad en las tareas de cuidados y en las tareas domésticas», ya que éstas «casi siempre recaen sobre los hombros de las mujeres, con la sobrecarga de trabajo que esto nos acarrea».

Por ello, ha considerado necesario «trabajar por una distribución equitativa de las tareas domésticas y de cuidados dentro de nuestros hogares y ejercer en la práctica una corresponsabilidad real». Además, ha subrayado que los cuidados «tienen que ser una responsabilidad colectiva, de toda la sociedad», y ha añadido que «son las administraciones públicas las que tienen que garantizar los cuidados necesarios para la sostenibilidad de la vida, que garanticen la atención a la dependencia, a los menores y a las personas mayores».

«Es responsabilidad de las administraciones públicas garantizar unos servicios sociales en condiciones y unos servicios públicos, universales, gratuitos, de calidad e integrales», ha insistido, para reclamar, en ese sentido, recursos como guarderías, comedores, residencias, y centros de día.

Por otro lado, para Argitan las prestaciones sociales que hay en estos momentos son «totalmente insuficientes para poder dar respuesta a las necesidades más básicas», lo que «trae consecuencias graves para muchísimas mujeres, como la pobreza, la exclusión social, la precariedad y la imposibilidad de escapar de situaciones de violencia machista por falta de recursos».

Por todo ello, ha exigido «un sistema de protección social integral que garantice además del acceso a una vivienda digna para todas las personas», y unas prestaciones sociales «rápidas y suficientes que permitan subsistir en condiciones dignas a los colectivos más desfavorecidos, como somos las mujeres».

También ha demandado unos servicios públicos «de calidad» que «den cobertura a todas las necesidades de cuidados que tenemos como sociedad y que ahora mismo, somos las mujeres las que nos estamos encargando de suplir estas carencias».