Agustín GOIKOETXEA

El Ararteko vuelve a cuestionar actuaciones de la Ertzaintza en el barrio bilbaino de San Francisco

El Ararteko plantea en una reciente resolución al Departamento de Seguridad que investigue una actuación de la Ertzaintza contra un joven y su madre, de origen magrebí, el 29 de marzo en el barrio bilbaino de San Francisco no limitándose al ámbito disciplinario. Cuestiona, entre otros aspectos, la fuerza empleada y el modo en que se emplean los agentes con las personas de origen extranjero, así como las pesquisas abiertas por Lakua al respecto.

Cacerolada contra los abusos policiales cometidos por la Ertzaintza en el barrio de San Francisco. (Aritz LOIOLA/FOKU)
Cacerolada contra los abusos policiales cometidos por la Ertzaintza en el barrio de San Francisco. (Aritz LOIOLA/FOKU)

La resolución del Ararteko con fecha del 17 de setiembre tiene su origen en una intervención en la que participaron varios policías autonómicos en pleno confinamiento, en la que acabaron deteniendo a una madre y su hijo, por un presunto delito de atentado a la autoridad, provocando duras críticas desde el movimiento social de este barrio histórico de Bilbo.

La Ertzaintza imputó a tres personas por «injurias» o «atentado a la autoridad», además de imponer varias multas a otros vecinos por «insultos». A raíz de las críticas a esta y otras intervenciones policiales en pleno estado de alarma, se abrió una investigación.

En la resolución emitida por el Ararteko se recomienda que una investigación analice si cabía exigir a los agentes que hubieran reparado en las circunstancias personales del joven, que padece una enfermedad síquica, y hubieran acomodado su actuación a esas circunstancias.

Además, apunta a que esa investigación interna debe tener en cuenta que el joven que fue agredido «podría haber estado autorizado para deambular por la vía pública, si, como parece, la planta que portaba era una planta de hierbabuena».

Fuerza empleada

El Defensor del Pueblo pide a la Policía autonómica que analice la fuerza empleada contra el joven y su madre desde la perspectiva de «su justificación y proporcionalidad». Cita a este respecto una videograbación que se difundió por las redes sociales en la que se apreciaba que un agente no solo había utilizado su defensa reglamentaria, «sino que antes de hacerlo parecía haber propinado también un puñetazo en la cara al joven, y que cuando el agente le tenía prácticamente inmovilizado, sujetándole del brazo por la espalda y de cara a la pared, había vuelto a utilizar el bastón policial contra él».

Atendiendo a la información que proporciona la videograbación, «resulta –en opinión del Ararteko– muy dudoso que la utilización de la fuerza en este caso pueda superar el juicio de proporcionalidad». Es más, le llama la atención que el departamento que ahora dirige Josu Erkoreka no haya recabado aún el testimonio de madre e hijo a pesar de que los hechos sucedieron en marzo.