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Alex de la Iglesia defiende la necesidad de «proteger» el humor

Alex de la Iglesia ha comparecido ante los medios debido a que recibirá el premio del festival «BBK Ja! Bilbao», que está dotado con 20.000 euros. Según ha comentado, dedicará el dinero «primero a pagar a Hacienda y luego a invertir en una película».

Juan Bas, director del festival Ja! Bilbao, y Alex de la Iglesia. (@jabilbaofest)
Juan Bas, director del festival Ja! Bilbao, y Alex de la Iglesia. (@jabilbaofest)

El cineasta Alex de la Iglesia ha considerado en una comparecencia ante los medios que «el humor es lo único que ata a las personas a la vida porque fuera del humor todo son problemas», y ha puntualizado que «cuando ese humor se convierte también en un problema, ya no hay salida», por lo que ha remarcado que nuestro "«deber y salvación' es protegerlo».

Se ha referido así, en una conferencia de prensa en Bilbo, a actores o músicos inmersos en procesos judiciales al ser considerado un delito sus expresiones o letras, como Willy Toledo en alusión a la Iglesia, o Valtonic condenado por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona, y ha mantenido que cultura es «saber entrar y salir de los problemas, implicarte y también ver las cosas con perspectiva».

«Si te implicas y te afecta, porque eres religioso o hablan de un ser querido, te ofenden en lo más profundo y resulta insoportable, pero si lo ves desde fuera el humor es perfectamente aceptable, no tiene sentido demonizar ni satanizar las conversaciones porque es el comienzo del fin», ha dicho.

De la Iglesia, nacido en Bilbo en 1965, ha comparecido ante los medios debido a que mañana recibirá el premio «BBK Ja! Bilbao», que concede el Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor, que este año celebra su novena edición, y que está dotado con 20.000 euros.

Según ha comentado, dedicará el dinero del dicho premio «primero a pagar a Hacienda y luego a invertir en una película».

Ha adelantado que en este momento está escribiendo una serie de televisión y un largometraje, que pese a las «sugerencias» que le han lanzado con ironía en el propio acto «no tratará sobre másteres y doctorados porque esa peli ya se está emitiendo, y la realidad hace guiones sin parar y cada vez más agresivos y terribles».

Ha asegurado que cada vez le resulta «más complicado» rodar largometrajes porque con los años «se pierde el motor principal de la creación, que es la energía de la ignorancia», aunque ha matizado que su percepción del humor «no ha cambiado; con los años recopilas errores, incertidumbres, dudas y angustias, y eso te un barniz que te permite soportar la vida: te conviertes en un perro apaleado, no eres mejor, pero sabes esquivar los golpes».

No concibe la vida ni el cine sin humor porque «es una forma de ser sincero; la vida es dolor y sufrimiento, y la inteligencia y el humor te hace luchar contra ello; en caso contrario, sería angustioso».

«Lo que hace gracia suele ser muy serio; en 'El día de la bestia' los personajes sufren un montón, pero desde fuera resulta cómico, de igual manera que meter un chiste, algo de comedia, en una película de terror, lo hace aún más terrorífico», ha explicado.

Preguntado por la existencia de un «sello» que identifique su trabajo, ha resaltado que tiene definidas sus «obsesiones, manías y enfermedades», que le gusta «lo histriónico, lo irregular» y que aunque intenta «sorprender» al espectador «con algo distinto, siempre estoy yo».

También ha hablado sobre los abusos sexuales en el mundo del cine y el movimiento «me too» y ha dicho que están relacionados con el «abuso de poder: alguien poderoso puede hacer lo que quiera. En España seguro que también ha habido casos, aunque no haya personajes tan tremendos como en Estados Unidos, pero esto ocurre en todos los sectores, aunque en el mundo del cine tiene una visibilidad especial».