‘Otxarkoaga. El polígono de las flores amarillas’ recoge la tesis doctoral realizada por la arquitecta donostiarra Miriam Varela, que ayer fue presentado en la sala Chillida del Bizkaia Aretoa, en Abandoibarra. En la obra, esta investigadora universitaria aborda la evolución de este barrio obrero de Bilbo, en el contexto económico, demográfico y social en el que se desarrolló a partir de la primera promoción de viviendas en 1959. Aquel plan del franquismo trató de paliar las necesidades de alojamiento que tenían miles de personas que habían emigrado a Bilbo atraídas por el impulso de la industralización, con los años se fueron detectando sus deficiencias y el vecindario salió a la calle para reivindicar su rehabilitación integral.

Además de los inicios de Otxarkoaga como polígono residencial, la tesis de Varela aborda también cómo ha ido evolucionando la morfolofía urbana del barrio, la tipología de sus edificios y los sistemas de construcción, así como las carencias que se han ido identificando a lo largo de medio siglo. Esas carencias son la que activaron al potente movimiento ciudadano, que lleva décadas reivindicando mejoras en su entorno, con mayor o menor éxito.

El trabajo concluye con una reflexión sobre la necesidad de intervenir sobre la «obsolescencia» de los polígonos residenciales como el de Otxarkoaga, mediante estrategias de rehabilitación y transformación urbana, que incorpore técnicas de reciclaje del espacio habitable.

Por qué Otxarkoaga

La elección de Otxarkoaga como objetivo de su trabajo, según la autora, «se debe, por un lado, al gran impacto social, arquitectónico, urbanístico y paisajístico que ejerció y aún hoy sigue ejerciendo y, por otro, a que se trata del primer Polígono Dirigido de tipo subvencionado edificado en Bilbao con esa magnitud y densidad». Miriam Varela manifiesta que «la inexistencia de un estudio a nivel arquitectónico me ha llevado a desarrollar esta investigación, ya que las miradas realizadas sobre Otxarkoaga, han sido realizadas desde una perspectiva histórica y sociológica».

Otra de las razones esgrimidas por la investigadora es la conveniencia de «echar la vista hacia el pasado más reciente y comprobar la importancia de la vivienda y la nueva ciudad en una época marcada por la urgencia social y la precariedad tecnológica».