@gara_jvivanco

Iturraspe, el ‘8’ que no quiso reinar

Once temporadas después, 320 partidos oficiales en su haber, 30 años, fútbol por delante si él quiere, Ander Iturraspe ha sabido hoy lo que seguramente ya intuía, o sabía: que no seguirá en el club en el que lleva toda su vida. Se va un futbolista de talento, controvertido, discreto, sobre el que siempre nos quedará la duda.

Ander Iturraspe no seguirá en la disciplina del Athletic. (Juan Carlos RUIZ / FOKU)
Ander Iturraspe no seguirá en la disciplina del Athletic. (Juan Carlos RUIZ / FOKU)

«Va a meter más goles que Iturraspe», ¿recuerdan la coña de una conocida marca que anuncia jamón? El bueno de Ander solo ha metido tres en sus once temporadas en el Athletic, el último en 2014. La suya es la segunda racha de partidos seguidos de un mediocampista del Athletic sin hacer gol; la palma se la lleva Josu Urrutia. Pero el de Abadiño no llegó al club bilbaino para hacer goles. Sino para dirigir la sala de máquinas. Y llegó a hacerlo, «el jugador que sabe lo que requiere su equipo en cada momento sabe mucho de esto», que diría Juanma Lillo. Pero de la misma manera que brilló, se apagó.

Joaquín Caparrós se lo llevó a un amistoso de pretemporada en Zalla. El espigado Ander Iturraspe no le defraudó. «Me dio la enhorabuena y dijo que me tenían que poner tibio a chuletones», confesaba después aquel chaval de solo 19 años que acabaría debutando en la temporada 2008-09 en Málaga sin casi haber hecho la ‘mili’ en el Bilbao Athletic, apenas cinco partidos.

Tiempo atrás, cuando era un crío, con 14 años, ya dejó impronta de su particular carácter, cuando decidió dejar Lezama para estar con sus amigos de Abadiño. Sin más. Un año después volvió. Y creció, y pulió las dotes futbolísticas con las que vino dotado el mundo, y debutó y vistió de rojiblanco desde entonces... hasta hoy.

El club de su vida, casi dos décadas mamando cada día la hierba de Lezama, le ha comunicado hoy que no seguirá, que a sus 30 años la vida seguirá para él sin el olor al vestuario rojiblanco, sin el sudor de sus compañeros. El chaval que se fijaba de crío en el francés Patrick Vieira, el que luego aprendió al lado de Pablo Orbaiz o Carlos Gurpegi, al que llegaron a comparar con Sergio Busquets.

«Esa figura interminable de Iturraspe, que erguía el cuello con elegancia para diseñar el pase, cautivó la atención de Marcelo Bielsa. Resultó inolvidable su partidazo en Manchester, una exhibición al alcance de pocos. Hizo retrasar a Javi Martínez a la posición de central, ya que el rosarino se prendó de su lectura del juego. Ernesto Valverde dio continuidad a su estatus en la primera temporada, en la que el Athletic celebró el pase a la Champions en Vallecas», se ha referido a él el Club rojiblanco a través de su página web.

Marcelo Bielsa se cruzó en su camino. Un tren que solo pasa una vez en la vida. Ander lo cogió. Emergió, nos regaló noches épicas como la de Old Trafford. Fue elegido junto a su compañero Aymeric Laporte en el once ideal de la Liga de la temporada 2013-14. Llegó Ernesto Valverde e Iturraspe siguió a lo suyo, hasta esa maldita lesión a comienzos de 2015 que le cortó su exitosa trayectoria.

Y hasta hoy. Iturraspe lo tenía todo. Lo tuvo todo. Menos el favor unánime de la grada. Como otros. Como muchos otros. No es fácil ser jugador del Athletic. Hoy, y mañana, debatiremos sobre lo que pudo ser y no fue, o no quiso, o no pudo. Pudo ser el mejor. Y por momentos lo fue. Pero con Ander, siempre nos quedará la duda. Y el por qué. Su carácter, su incomprensión, su indolencia, su...

El periodista Juan Carlos Latxaga lo definió como «el genio discreto». Por su carácter y su presencia sobre el césped. «Iturraspe es un futbolista frío, que es una de las peores descripciones que puede recaer sobre un futbolista del Athletic», escribía del de Matiena hace ya cinco años.

«Iturraspe también es un futbolista fino, que es el sinónimo que siempre ha empleado San Mamés para definir a sus futbolistas más técnicos. Todos bajo sospecha en cuanto tenían una tarde descertada o el respetable no apreciaba suficiente sudor en sus camisetas», termina de dibujar su perfil.

Un deportista con un talento innato, natural, pero un jugador «despistado dentro de su concentración», como un conocido le definió. El ‘Torrijas’, como reveló Óscar de Marcos que le apodaban, «muy empanado, pero muy buena persona». Así es Iturraspe, fuera, pero también se diría que dentro del campo.

Un futbolista que no ha dejado indiferente a nadie, para bien o para mal. Pero un león que ha sido partícipe de algunos de algunos de los hitos más destacados de los últimos tiempos. Beñat Zarrabeitia lo resume así: «Ander Iturraspe ha sido el mejor jugador del Athletic en los mejores partidos del Athletic en su ciclo exitoso de los últimos 10 años: Uno de los futbolistas más sobresalientes que ha dado Lezama, penalizado por su falta de constancia, pero con un talento mayúsculo». Y concluye: «El mejor jugador del Athletic en Old Trafford, en la vuelta de la semifinal de la UEFA Europa League ante el Sporting de Lisboa o en la previa de la Champions League ante el Napoli con el nuevo San Mamés completo por primera vez».

Ander Iturraspe, quizá lo que pudo ser y no fue, pero como decía Braveheart, «todos los hombres mueren, pero no todos han vivido». 320 partidos como rojiblanco, toda una vida en el Athletic.