Manex ALTUNA

Aritz Aduriz, zu zara nagusia

Todo el mundo del fútbol y más allá, rinde pleitesía a Aritz Aduriz tras el golazo de la victoria marcado ante el Barcelona. Desde Gabriel Rufían a Toni Mejías de los Chikos del Maiz, pasando por Radamel Falcao y sus compañeros de equipo y entrenador. En San Mamés, la afición le arropaba con una atronadora ovación al saltar al campo como presagio de la locura que se avecinaba.

Aduriz festejando el golazo marcado ante el Barcelona. (Aritz LOIOLA /FOKU)
Aduriz festejando el golazo marcado ante el Barcelona. (Aritz LOIOLA /FOKU)

Aritz Aduriz acapara este sábado todos los titulares y comentarios entre los aficionados al fútbol. Pero la repercusión del gol de anoche traspasa muchas fronteras por varias razones. Primero por la espectacular ejecución, un golazo a media chilena a falta de pocos minutos para el final del partido. Por el rival de enfrente, el Barcelona en el primer partido de liga, un viernes por la noche con miles de espectadores siguiendo el encuentro. Y sobre todo, por el autor, un futbolista especial, que dejará su nombre escrito en grande en la historia del Athletic y el fútbol.

 

Con sus 38 años y una semana después de anunciar que va a colgar las botas al final de temporada, Aduriz es adorado en San Mamés y así se lo hacían saber nada más salir a calentar a la banda en el segundo tiempo. En la kalejira previa de Iñigo Cabacas Herri Harmaila por los aledaños de Pozas con Itziarren Semeak también era coreado su nombre. Es un ídolo y lo seguirá siendo durante muchos años.

El partido no tenía buena pinta para el Athletic. El Barcelona dominaba, los rojiblancos apenas podían salir de su propia área y quedaban pocos minutos para el final. Probablemente, Gaizka Garitano dudaba entre dar entrada a Balenziaga para reforzar el trabajo defensivo o meter a Aduriz con la esperanza de que pudiera enganchar alguna ocasión. Arriesgó y le dio resultado. En apenas un minuto, Aduriz se sacaba una media chilena para enviar a las redes un centro de Capa. Locura en las gradas. Aritz Aduriz, loro lo lo lo... zu zara nagusia. El nombre de Aduriz era coreado con fervor por San Mamés y ese impulso fue decisivo para sostener la ventaja en el marcador en los minutos finales, con afición y equipo unidos en conjunción.

Tras el partido, no tardaban en llegar las felicitaciones y exaltaciones del delantero donostiarra. Iñaki Williams colgaba una foto con su compañero.

Otros como Ibai Gómez e Iñigo Martínez, o ex jugadores como Koikili también mostraban su admiración. El de Santutxu pedía que no se retire al igual que otro ilustre como Radamel Falcao.

La repercusión del gol traspasaba inmediatamente fronteras futbolísticas y políticos como Gabriel Rufían se sumaban a las felicitaciones.

También Toni Mejías, de los Chikos del Maiz, al igual que incontables seguidores rojiblancos.

Elogios por todos lados. Su entrenador Gaizka Garitano lo definía en sala de prensa como un «animal competitivo».

Sin embargo, el protagonista, en declaraciones a los medios destacaba la dificultad del centro de Capa y cómo había presagiado por dónde podía caer el balón. También insistía en que su objetivo es aportar durante toda la temporada y que quedan 37 jornadas. Humildad por bandera.

 

Y trabajo, mucho trabajo. A Aduriz le ha costado mucho llegar hasta donde está. Y se lo ha ganado a pulso. Descartado en dos ocasiones por los técnicos en el Athletic, el tiempo y, nunca mejor dicho, le ha acabado dando la razón. Regresando al club con más fuerza e ímpetu. Como anécdota, Valverde decidió su primera salida al Burgos, para pasar por Valladolid y volver para salvar a un equipo que tuvo que lidiar con el descenso.

Después la directiva de Fernando García Macua lo malvendió al Mallorca para que no se les ejecutarán los avales por las pérdidas económicas. El Athletic ni siquiera llegó a cobrar el traspaso. Antes de estallar la polémica por la no renovación de Fernand Llorente, el delantero elegido en su día como icono del equipo, Aduriz retornaba del Valencia por 2,5 millones de euros y superando la treintena. Muchos dudadan por su edad, pero no tardó en despejar las dudas y quizá haya sido el mejor fichaje del Athletic en toda su historia.

En su segunda etapa en el Athletic, Valverde sacó provecho de las facultades del donostiarra explotando sus virtudes y rompiendo marcas. Aduriz ha sido el futbolista emblema del Athletic y anoche volvió a reivindicarse tras una última temporada en la que las lesiones le han impedido aportar lo que hubiera deseado.

En sala de prensa insistía que esta es su última temporada, pero que no ha venido de paseo. Y que su objetivo es aportar al equipo, dentro y fuera del campo. Es un referente y así se lo hacían saber sus compañeros a su llegada al vestuario.

 

Seguro que todavía quedan páginas por escribir.

PD: Para los que empezamos a ver que apenas quedan jugadores de tu edad en la plantilla del Athletic, Aduriz con sus 38 años encarna el sueño de poder jugar algún día en San Mamés. Al igual que niños y niñas, podrán contar a las próximas generaciones que vieron marcar a Aduriz un golazo de media chilena para ganar al Barcelona.