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SOS Racismo denuncia la «brutal agresión» de la Policía Municipal a un joven en San Francisco

SOS Racismo ha denunciado hoy la «brutal agresión» que sufrió el pasado 12 de setiembre un joven racializado de 19 años, en el barrio bilbaino de San Francisco, a manos de agentes de la Policía Municipal. El organismo incide en el «carácter racista» de esta actuación.

Contusiones que presenta el joven en un brazo.
Contusiones que presenta el joven en un brazo.

Los hechos dados a conocer por SOS Racismo tuvieron lugar el sábado 12 de setiembre, entre las 20.00 y 21.00, tras una discusión cerca de la plaza Corazón de María. El joven, que intentó mediar, fue agredido por la Policía Municipal con la porra en una pierna.

El organismo relata que esa persona se fue de lugar hacia la calle Hernani, seguido por los agentes que le propinaron una «brutal paliza». «Los agentes lo tiraron al suelo y comenzaron a darle patadas, la primera en la nariz, después en el pómulo, en la cabeza, en las piernas, en los brazos. El joven no pudo ver bien cuántos agentes eran porque se cubrió la cara para amortiguar los golpes, pero cree que pudieran ser cinco», exponen.

Más tarde, añaden, «le quitaron la cadena que llevaba al cuello arrojándola al suelo, así como su teléfono móvil, quedando la pantalla destrozada». En todo momento, explica desde SOS Racismo, el joven preguntó a los agentes qué había hecho y por qué le trataban así.

El joven fue detenido y trasladado en torno a las 22.00 a las dependencias policiales de Miribilla, aunque a la una de la madrugada fue llevado a Urgencia del hospital de Basurto. «El parte de lesiones dicta que se trata de un traumatismo facial y contusiones, en especial en el codo izquierdo, por lo que le colocan un cabestrillo. El tratamiento al alta debiera haber sido reposo moderado, aplicación local de frio y paracetamol cada 8 horas para los dolores». detallan.

Intento de suicidio

Una vez en el calabozo, según ha desvelado SOS Racismo, el joven trató de quitarse la vida ayudándose de su propia ropa, lo que fue impedido por los agentes, que le dejaron desnundo. Sobre las 6.00, ante su queja por el frío que tenía, le devolvieron una camiseta, los calzoncillos y una manta.

El colectivo le consta que no tuvo asistencia letrada hasta las 6.00. Una hora después, le asistió un traductor, que le dijo «que iba a salir y tenía que firmar algo. A él no le dieron ningún documento de su detención, solo el parte de lesiones».

SOS Racismo considera que estos hechos tienen su origen en el «racismo institucional» en una sociedad «donde el racismo es estructural y normaliza la discriminación contra unos cuerpos que son considerados por el imaginario social como 'peligrosos'».

Inciden en que la agresión tuvo lugar en el barrio de San Francisco, que dicen está militarizado, lo que conlleva «actuaciones policiales brutales, racistas y desproporcionadas, a través de las cuales se fomenta la criminalización de las personas racializadas que lo habitan, al mismo tiempo que se establece una diferenciación degradante en relación con el resto de la población blanca vasca».

Critican el «racismo institucional existente en los protocolos policiales, desde las paradas por perfil étnico que desembocan en el maltrato perpetrado en la calle, al agredirle brutalmente, y posteriormente en dependencias policiales». Además, consideran negligente el proceder de la Policía Municipal de Bilbo tras el intento de suicidio.

Por todo ello, exigen que «se respete la dignidad y la integridad física de todas las personas, independientemente de su origen étnico, edad y circunstancias y una responsabilidad institucional y política ante estas prácticas que están sucediendo a diario en nuestras calles».