Agustín GOIKOETXEA

Bilbo legalizará una bandera que impuso la reina española Isabel II

El Consistorio bilbaíno va a iniciar el expediente para legalizar la actual enseña de la villa, por aquello de las pa tentes y registros, que se corresponde con la bandera impuesta en 1845 por la reina española Isabel II a la provincia marítima de Bizkaia.

El pleno del 29 de octubre abordará el inicio del expediente de legalización del empleo ininterrumpido de la actual bandera de Bilbo, con la finalidad de hacer coincidir, según el Gobierno municipal, su uso de hecho con la utilización de derecho en los términos de la legalidad vigente. Se trata, en definitiva, de que el Ayuntamiento ostente el registro de la enseña blanca con un cuadro rojo tras ser refrendada por las Juntas Generales de Bizkaia. Lo cierto es que no ha habido Corporación en 170 años que decidiese que esa debía ser la bandera de la capital, según han descubierto ahora, aunque bien es cierto que en 2008 y 2009 se realizaron comprobaciones en los archivos municipal y foral tras sendas iniciativas del PSE.

Después de adoptarse la próxima semana el preceptivo acuerdo plenario por mayoría absoluta, se solicitará un informe a Eusko Ikaskuntza y se abrirá un periodo de información pública de un mes. Tras la resolución de las alegaciones que se presenten y nueva votación del Pleno, el expediente se remitirá a la Diputación para su aprobación en la Cámara vizcaína. Así, se legalizará una bandera 170 años de que fuera impuesta para otros usos pero posteriormente adoptada por el Ayuntamiento.

Esa enseña se corresponde con la impuesta por una orden de 1845 de la reina española Isabel II a la provincia-marítima de Bilbo, pero no para representar a la villa. Según un informe emitido por el archivero Manuel Basas en julio de 1961, hasta esa fecha las embarcaciones vizcaínas que estaban bajo la jurisdicción del Consulado de Bilbo venían utilizando al menos desde el siglo XV hasta esa orden real una bandera blanca aspada en rojo con la cruz de San Andrés. Nadie pone en cuestión el empleo de los colores blanco y rojo, considerados «de Santiago», que identifican a la villa desde mediados del siglo XIV, como escribió el historiador Teófilo Guiard.

Los franquistas la asumieron

La consulta a Basas se le hizo en pleno franquismo cuando alguien de la Corporación que presidió Lorenzo Hurtado de Saracho se interesó por el tema, negando el archivero que la enseña municipal fuera la que fue del Consulado, desde su constitución en 1511 a 1829, cuando desapareció. Que se adoptase el aspa, también conocida como cruz de Borgoña o San Andrés tendría relación, según el funcionario, con la relación entre navegantes y mercaderes bilbaínos con el ducado de Borgoña, en Flandria.

Lo cierto es que, tal y como explica en un informe el actual secretario, no consta acuerdo que aprobase la actual bandera, impuesta por Isabel II y mantenida por los franquista para esconder la única decisión adoptada al parecer de modo democrático. Hay quien apunta a que fuera una iniciativa jeltzale respaldada por los republicanos, animó a esconderla.

Fue el 25 de julio de 1919 cuando, a raíz de la presentación de una moción por parte de un edil jaimista-carlista, cuya enseña fue rechazada por los republicanos por sus connotaciones monárquicas y católicas, se aprobó una enmienda de los nacionalistas vascos. El Pleno acordó que la bandera propia del Botxo fuera un aspa roja sobre fondo blanco.