La pasada semana Osakidetza avisaba a su personal sanitario de tres casos de leptospirosis, uno confirmado y dos sospechosos, en tres hombres que participaron en el triatlón de Bilbo del pasado 20 de mayo, competición que comienza con una prueba de natación en la Ría.

Se trata de una enfermedad infecciosa que se transmite por contacto directo con la orina de animales, y que penetra a través de la boca, ojos y nariz o por cortes en la piel. El lunes se conocía también que en 2016 varios participantes en el triatlón también se vieron infectados tras nadar en la Ría.

Ante esta situación, el Club Deportivo Bilbao anunciaba que la 78ª Travesía a Nado que iba a celebrarse el próximo domingo en la Ría iba a ser aplazada «por prudencia, ya que no se puede garantizar plenamente la calidad del agua a día de hoy».

Sin embargo, poco antes de la suspensión de la prueba, el alcalde Juan Mari Aburto era entrevistado en un programa de Radio Bilbao y aseguraba que se bañaría en la Ría.

El alcalde afirmaba al ser preguntado que «no tendría problema para pegarme un chapuzón, salir y pegarme una ducha prolongada que se recomienda. La ría no es una zona de baño, como las playas, pero para la celebración de eventos deportivos está en condiciones».

Aburto añadía que el Ayuntamiento no es competente para realizar la analítica del agua.

Críticas del PP, Udalberri y EH Bildu

Udalberri y EH Bildu denunciaban la «irresponsabilidad» del Consistorio al permitir la realización de las pruebas en la Ría sin poder asegurar las condiciones de salubridad.

Desde el PP, Luis Eguíluz criticaba que «los bilbaínos somos gente rigurosa y seria y un asunto como este no debería despacharse como ha hecho el alcalde diciendo que él se bañaría en la ría».