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El Arriaga estrena la adaptación al euskera de la obra ‘Dubliners’

El Teatro Arriaga acogerá el próximo 26 de enero el estreno absoluto de la versión en euskera de la adaptación al teatro de la obra ‘Dubliners’, de James Joyce, llevada a cabo por la directora vasca Garbi Losada y el escenógrafo Jose Antonio Vitoria.

Actores y directora de la obra en el Arriaga. (ARGAZKI PRESS)
Actores y directora de la obra en el Arriaga. (ARGAZKI PRESS)

La obra esta basada en el último de los cuentos que componen el clásico de la literatura irlandesa, titulado ‘Los muertos’, aunque recoge fragmentos de otros de los cuentos escritos por James Joyce, con los que retrató la sociedad irlandesa de principios del pasado siglo XX en la que ya bullía el deseo de independencia de la Gran Bretaña y la reivindicación del derecho al voto para las mujeres.

La producción ha corrido a cargo de la compañía donostiarra Ados Teatro, de la directora Garbi Losada, y en el montaje participan ocho de sus actores, encabezados por el televisivo Asier Hormaza (Vaya Semanita), que da vida al papel principal de la obra, Gabriel.

Le acompañan en el reparto intérpretes euskaldunes de reconocida trayectoria sobre los escenarios como Iñake Irastorza, Klara Mendizabal, Asier Sota, Naiara Arnedo, Aitor Beltrán, Isidoro Fernández y Lierni Fresnedo.

Todos ellos dan vida a los asistentes a la tradicional cena que por Reyes ofrecen en su acogedora casa de Dublín las señoritas Morkan, profesoras de música de avanzada edad, en la que reúnen a varios personajes de clase media-alta de distintas edades, sexos y posiciones políticas.

Durante la cena, los asistentes abordan distintas cuestiones políticas y sociales, como la independencia de Gran Bretaña, y el protagonista e hilo conductor de la trama, Gabriel (Asier Hormaza), entra en la misma lleno de seguridad y certezas vitales y acaba viendo como su mundo y sus convicciones se tambalean.

En palabras de la directora del montaje, Garbi Losada, la obra «va de la fragilidad de la vida en un momento de cambio en el que lo viejo (la Irlanda dependiente de Gran Bretaña) no ha acabado de morir y lo nuevo (la Irlanda independiente), no termina de nacer».