La Carta de Valores de Bilbo aprobado en el pleno cita 17 valores, individuales y colectivos, como «seña de identidad a mantener, proteger y desarrollar». Diez de estos valores son los que integraron el Decálogo de Valores inicial elaborado a raíz de una encuesta ciudadana realizada al efecto y los otros 7 se incluyeron tras un proceso participativo impulsado por el Ayuntamiento.

El alcalde Juan Mari Aburto ha destacado la importancia de este documento que ha calificado como «pionero y ambicioso, de esos que nos colocan a la cabeza de las ciudades que avanzan en torno a los valores, que se convierten en pilares para el desarrollo humano». «Y eso es lo que queremos para el desarrollo de Bilbao, valores que sean pilares de nuestro desarrollo como ciudad», ha añadido.

Según ha dicho, «hoy no ha concluido nada, hoy damos un paso más para este proyecto de convertir a Bilbao en una ciudad de valores». «Hoy tenemos un documento compartido, vertebrador de nuestra convivencia», ha dicho.

Tras afirmar que esta carta «no es la carta de valores del alcalde, ni de este equipo de Gobierno ni la del Ayuntamiento», sino la de «todos los ciudadanos de la Villa», Aburto ha reconocido que le hubiera gustado haber aprobado este documento «con la unanimidad de todos los grupos políticos» porque se trata de un documento que «sienta las bases de la convivencia, con las que es muy difícil no estar de acuerdo».

A su entender, «era la ocasión de haber dejado a un lado las estrategias políticas y de haber tenido altura de miras para hacer juntos ciudad con mayúsculas».

Rechazo de EH Bildu, Goazen y Udalberri

El portavoz municipal de Goazen, Francisco Samir Lahdou, ha asegurado que su grupo no firmará la Carta de Valores porque el equipo de Gobierno PNV-PSE y el PP «no los van a cumplir». «No podemos firmar esta carta porque sus valores, los que demuestran con sus actos, no los que plasman sobre el papel, son seguir apoyando la privatización de servicios frente a la gestión directa, seguir consintiendo la precarización laboral, los trabajos temporales y los contratos basura», ha censurado.

La portavoz de Udalberri, Carmen Muñoz, ha reconocido que su grupo se ha mostrado «muy escéptico» con este proyecto desde que fue presentado.

«Hemos colaborado en la medida de nuestras posibilidades para mejorarlo, pero el resultado final no nos satisface y el tiempo no ha dado la razón», ha dicho, para rechazar el documento porque «solo pretende ser un ejercicio de maquillaje social y marketing político que promueve más que lo ético los estético de la Villa, negando a su vez muchas realidades bilbaínas que quieren esconder por no tener soluciones para cambiarlas».

Por su parte, la concejal edil de EH Bildu Izaskun Guarrotxena ha criticado que «iba a haber un montón de sesiones participaciones, que no se han hecho» y, además, «no ha participado toda la ciudadanía de Bilbao». Ha censurado que se les han presentado «los diez valores encima de la mesa» y «no se ha recogido ninguna aportación» de la oposición.