A pesar de que estaba previsto de que el límite de velocidad de 30 km/hora se implantará a partir del 30 de mayo, el área de Movilidad del Ayuntamiento ha preferido retrasar un mes la aplicación. Argumentan que a partir de esa fecha los centros escolares finalizan las clases y no habrá autobuses escolares.

El Ayuntamiento se gastará más de 214.000 euros en señales horizontales para informar sobre el nuevo límite de velocidad en las calles de la ciudad.

En las arterias principales para entrar y salir a Bilbo como la calle Autonomía, Zabalburu y Gran Vía se podrá circular a 50 km/hora.

Por otro lado, el área de Movilidad que gestiona Alfonso Gil guarda silencio sobre el peaje que planteaba instaurar a los vehículos que accedían a Bilbo. La medida provocó desavenencias en el equipo de gobierno de PNV y PSE y tras la desautorización de Aburto, Gil no ha vuelto a tratar el asunto.