El sindicato ELA ha acusado a las direcciones de los establecimientos hoteleros de contratar a una empresa para «realizar las labores que habitualmente realizan quienes están en huelga». «Una situación de esquirolaje que ha sido puesta en conocimiento de la dirección de trabajo y de la inspección de trabajo para que actúe y sancione a estas empresas», según ha indicado en un comunicado.

Asimismo, ELA ha denunciado «la situación de abuso y explotación que cometen estas grandes cadenas hoteleras que actúan sin ninguna ética amparando situaciones tan extremas como las que padece la plantilla, en situación de precariedad».

La central ha criticado, a su vez, «la actitud del Departamento de Seguridad del Gobierno de Lakua porque entienden que tiene como misión garantizar y velar por el cumplimiento de los derechos, entre otros los laborales como la huelga, que ha sido vulnerado sistemáticamente durante este pasado fin de semana por parte de NH y Barceló-Nervión».

El sindicato ha comunicado que durante los días que se llevan de huelga ha «requerido una y otra vez la intervención de la Ertzaintza para que velara por los derechos de los huelguistas y sin embargo, se les comunica que las únicas órdenes recibidas son en el sentido de tratar la huelga como un problema de orden público».

Para la central sindical vasca, es «la Dirección de Seguridad la que decide qué derechos deben garantizarse y cuáles se pueden conculcar» y ha decidido que «la Ertzaintza está al servicio de los intereses privados de las grandes corporaciones». «Una vez más, recursos públicos al servicio de intereses privados», se señala en el comunicado.

«Mientras instituciones vascas se gastan alrededor de 1,5 millones de dinero público que va a parar a beneficios privados, el personal que trabaja en estas grandes cadenas hoteleras percibe 2,5 euros por cada habitación que limpian, habiéndose llegado a pagar la habitación a 1,26 euros», ha acusado el sindicato.

Los trabajadores de los hoteles NH bilbainos han convocado la huelga para denunciar sus condiciones laborales, con «contratos en fraude de ley, jornadas interminables, ratios inasumibles, habitaciones a limpiar en tiempo récord y salarios que en el mejor de los casos rozan los 800 euros, pagas extras incluidas».