En una conferencia en Bilbo, el presidente de CNMC, José María Marín Quemada, ha asegurado que la situación de esas viviendas de uso turístico supone en la capital vizcaina «un problema moderado respecto a otras ciudades», aunque reconocía que puede estar concentrado en determinados barrios como el Casco Viejo.
Sin embargo, ha criticado que el Consistorio bilbaino haya limitado ese tipo de pisos asegurando que generan «problemas de convivencia» que no se han argumentado, como tampoco ha adelantado cómo se podrían resolver esas molestias, que no se han especificado ni cifrado.
Así, la CNMC ha exigido que se expliquen con razones objetivas la necesidad de esa limitación y que ésta sea proporcional.
De la misma manera ha criticado que la norma de Bilbo limite la ubicación de esos pisos a la planta baja o al primer piso.
Marín ha señalado que los turistas representan una fuente de riqueza y los visitantes en la villa «están creciendo un 6 %, mientras la oferta hotelera lo hace en un 3 %».
Por ello, ha indicado que «estamos intentando resolverlo en los tribunales» porque «no se puede regular porque sí o prohibir», «porque Franco se murió en el año 1975», ha sentenciado.