Este edificio, que diseñó el prestigioso arquitecto Manuel María Smith, pasará en breve a tener otro uso diferente al ferroviario, y la apuesta de las personas que se han implicado en el proceso participativo es que se garantice que sea público y de carácter social. Así, se considera «prioritario» cubrir las necesidades de espacio que tiene en la actualidad la escuela pública, especialmente por lo que se refiere a una zona de recreo cubierta y de otras dependencias.

El espacio del que pudiera disponer el colegio público García Rivero, han apuntado, debiera ser compartido, en los horarios extraescolares, con el resto de la ciudadanía, siempre que así sea posible, generando áreas mixtas para el disfrute entre la comunidad educativa y el resto del barrio. Asimismo, se propone que niños y niñas tengan una zona donde se puedan instalar talleres y una ludoteca, sobre todo para los días de lluvias.

El vecindario desea que la estación, símbolo de Atxuri, se convierta en un lugar referente que dinamice la vida sociocultural del barrio, complementando así la oferta cultural que se desarrolla en otros espacios del Botxo. «Es necesario que la futura estación constituya un espacio que promueva el encuentro no asociado al consumo, y promueva y preserve la vida cultural de los barrios, respetando la memoria histórica del propio edificio», han explicado desde Lokomotorak.

Abrirse hacia la Ría

Otra idea que se plantea es la de acercar Atxuri a la Ría, a partir de la eliminación de las actuales barreras que suponen las vías ferroviarias, creando un espacio verde de esparcimiento junto a las aguas del Ibaizabal, como ha ocurrido en otras zonas de la villa.

«Es necesario –han expuesto– que todo el proceso vaya acompañado de una reorganización del tráfico y de la red de transporte público que descongestione la actual situación en el entorno de la estación, reduciendo la contaminación y la peligrosidad para el tránsito de las personas».

En esa línea, creen necesaria una modificación del trazado del tranvía evitando que siga dividiendo la escuela y la estación, así como la reordenación de la circulación de autobuses en el muelle de Ibeni; y del mismo modo la reordenación del tráfico que va por la calle Atxuri y la ampliación del espacio peatonal.

Lokomotorak ha puesto en marcha una recogida de firmas a través de la plataforma Change.org para presentar las conclusiones del proceso participativo y recabar el apoyo de todas las personas que apuesten por dar a la estación un uso público y abierto. En apenas 24 horas, han destacado, han recogido un millar de rúbricas a favor de las propuestas que se realizan desde el vecindario, tal y como han explicado en la rueda de prensa ofrecida en la plaza de la Encarnación.

Con el objetivo de mantener un diálogo y una relación fluida, el Ayuntamiento de Bilbo ha estado al corriente de este proceso a través de reuniones con responsables de las áreas de Urbanismo y Obras Públicas. Además, el grupo que ha promovido el proceso ha mostrado su interés en participar y hacer aportaciones al PGOU y se encuentra abierto a seguir manteniendo un diálogo constructivo con los representantes municipales para la transformación de la estación en un espacio dedicado a las necesidades de los barrios.