La asistencia a la plaza de toros de Vista Alegre en la última Aste Nagusia ha dejado un balance desastroso. En un coso con capacidad para casi 15.000 espectadores, la media no supera los 7.000 por día. La mejor entrada ha sido el jueves, 22 de agosto, con 10.000 espectadores, pero apenas ha superado los 4.000 en cuatro de los nueve días.

Unos números que dejan en evidencia el desapego existente en Bilbo con unas corridas de toros que se sostienen en gran medida por el respaldo de la Corporación municipal, que adquiere entradas que después son regaladas.

Alfonso Gil, edil del PSE que también ostenta los cargos de teniente alcalde y responsable del área de Movilidad, es desde el inicio de esta legislatura el representante del Ayuntamiento en Vista Alegre y administrador de la plaza de toros. En la última comparecencia municipal realizada en junio para explicar el pliego de condiciones para gestionar Vista Alegre, el representante del PSE se destapaba como defensor de la tauromaquia y aseguraba que no había debate sobre los toros en Bilbo.

Ahora en distintas declaraciones a los medios reconoce la falta de público y anuncia una rebaja del precio de las entradas para el año que viene. Una afirmación sorprendente ya que se supone que es la familia Chopera, a través de Flamarique, la empresa que ha ganado el concurso público para gestionar la plaza.

Según se ha afirmado, esta empresa abonará un canon de 250.000 euros por año para gestionar Vista Alegre y la concesión es para los próximos 15 años, con la opción de prórroga por otros cinco años. Asimismo, en los pliegos se exigía una inversión de 400.000 euros para remodelar la plaza. Parece complicado asegurar que se vayan a organizar corridas de toros en Bilbo durante los próximos 20 años ante la escasez de público existente.

Ante la evidente caída de la asistencia, la gestión de la plaza de toros ha sido puesta en entredicho en los últimos años en numerosas ocasiones. En 2018, además del descenso de público, Tomás del Hierro reconocía unas pérdidas de 360.000 euros y un acumulado de 700.000 euros.

Para intentar cambiar esa dinámica, el Ayuntamiento ha cambiado el modo de gestión que busca mantener las corridas de toros. PNV, PSE y PP apoyan este modelo, mientras EH Bildu y Podemos lo han criticado. En el balance de Aste Nagusia, la coalición soberanista ha vuelto a exigir una consulta sobre los usos de Vista Alegre.