Actualmente, la hostelería genera el 51% del vidrio de un solo uso. Por ello, según los responsables municipales, su compromiso es «imprescindible» para alcanzar los objetivos de la tasa del 50% que marca la legislación europea para 2020, y caminar hacia una sociedad más sostenible.

En 2018, Bilbo logró una tasa de reciclaje del 46,79%. Según datos facilitados por Ecovidrio, el año pasado alcanzó las 7.814 toneladas recogidas en los 1.295 contenedores que hay por toda la villa. Un 4,10% más que en 2017.

Esta nueva campaña, que se realiza con la colaboración de Ecovidrio, persigue incrementar la recogida selectiva de residuos de envases de vidrio en cantidad y calidad. Asimismo captar a los «perfiles no recicladores» y recoger las 5.000 toneladas de vidrio que van a la fracción resto. A los establecimientos recicladores se les recordará qué residuos se deben depositar y cuáles no.

Auditorías

Tras una primera fase de información y detección de necesidades, en las que se entregarán cubos de diferentes capacidades para facilitar el reciclaje de residuos de envases de vidrio según el volumen de generación de cada establecimiento, se llevarán a cabo auditorías para comprobar que éstos realizan correctamente la separación en origen y, en el caso de que no sigan la normativa, en una segunda visita se les entregará una carta nominativa indicándoles de la obligatoriedad de reciclar.

Con esta campaña se solicita a la hostelería que separe de forma correcta los residuos y que los deposite en el interior de los contenedores correspondiente, nunca fuera de los mismos, ya que en ese caso se imposibilita su reciclaje posterior. La colaboración de los establecimientos es indispensable para construir un modelo más sostenible.

Por esta razón, se ha trasladado previamente la iniciativa a todas las asociaciones de comerciantes y a la Asociación de Hostelería de Bizkaia, los cuales ayudarán a impulsar la campaña e informar a sus asociados y asociadas. Asimismo, los establecimientos que lo necesiten recibirán cubos especiales adaptados a los volúmenes de generación, con el fin de facilitar la tarea de recogida selectiva.

Tras la campaña informativa se procederá a visitar los establecimientos para certificar que están cumpliendo la ordenanza. En caso contrario, el Ayuntamiento podrá sancionar por incumplimiento de la normativa con una sanción grave. «Esta campaña no tiene un fin recaudatorio, sino concienciar de la importancia del reciclaje y que el vidrio no acabe en la fracción resto», aseguran.