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No habrá peregrinación a la basílica de Begoña

El Ayuntamiento de Bilbo, en coordinación con el Obispado, ha decidido suspender el tradicional Aurresku de Begoña y la romería que cada 15 de agosto se celebra con motivo de Andra Mari, siguiendo las recomendaciones sanitarias derivadas de la pandemia, que aconsejan evitar actos públicos que puedan provocar aglomeraciones de personas.

Un momento del Aurresku de Begoña, suspendido este año.
Un momento del Aurresku de Begoña, suspendido este año.

Esta es la primera vez que el Consistorio bilbaino se ve obligado a suspender la celebración del Aurresku de Begoña, un acto de homenaje del primer edil al conjunto de la ciudadanía reunida junto al templo bajo la advocación de la patrona de Bizkaia, que a comienzos de la década de 1990 fue rescatado del olvido por el desaparecido dantzari Jon Pertika y, desde 1995, forma parte del calendario de grandes eventos tradicionales de la villa.

Además de la suspendión de esos actos, en el interior de la basílica de Begoña se mantendrán las restricciones de aforo y las medidas de higiene actualmente vigentes, con necesidad de concertar cita previa para poder asistir a alguna de las ocho eucaristías previstas. Al suspenderse oficialmente la peregrinación a la colina de Artagan, donde se erige el templo, no se llevarán a cabo las misas de las 4.00 y 5.00, que eran seguidas por cientos y cientos de personas cada año.

La situación derivada de la crisis sanitaria ha obligado a cancelar también la misa en honor a San Roque que suele celebrarse al día siguiente, 16 de agosto, en las ermitas de Artxanda y Pagasarri.