Una hora antes de comenzar la Junta, prevista para las 12.00, un grupo de quince activistas se ha concentrado enfrente del Palacio, con pancartas en las que se leía «BBVA hiltzailea».

Posteriormente, tres hombres trajeados y con maletines se han bajado del tranvía -cuya parada está delante del centro de congresos- y en la explanada delantera han sacado pintura roja de los maletines y se la han arrojado por encima, para simular sangre.

La Ertzaintza les ha identificado y retirado de la zona. Según los activistas de la plataforma anti BBVA, con su acción pretendían criticar al BBVA por su participación en la industria armamentística y por los desahucios.

En una nota han denunciado que el BBVA «tiene el triste privilegio ser el banco español que lidera las inversiones en industria armamentística, destinando más de 3.000 millones de euros a financiar a empresas que producen diferentes tipos de armas que posteriormente son exportadas y utilizadas en diferentes guerras, provocando la muerte y el desplazamiento forzoso de millones de personas a lo largo y ancho del mundo». Asimismo han añadido que «este banco continúa financiando macroproyectos con gran impacto social y medioambiental por todo el planeta».