Si se cumplen las últimas previsiones, se espera que la Estación Intermodal de Garellano entre en funcionamiento a finales del próximo mes de octubre, dando fin así a dos años de obras que han supuesto numerosas afecciones a los vecinos de la zona y a los propios usuarios del transporte público.

En esta nueva instalación confluirán, además de los propios autobuses, otros medios de transporte como tranvía, trenes de cercanías, Bizkaibus, Bilbobus, Metro Bilbao y taxis. Cuenta con una superficie de 12.500 metros cuadrados y en sus tres plantas subterráneas, además de las dársenas de los autobuses, dispondrá de un aparcamiento para coches con capacidad para 528 vehículos.

Los responsables municipales destacan que el principal objetivo de la nueva infraestructura es «dotar a la capital de una estación con gran capacidad operativa y funcional, con capacidad de adaptarse a demandas futuras», así como «facilitar la intermodalidad entre las redes públicas de transporte».

La nueva Termibus está diseñada de tal forma que los usuarios estarán aislados de los humos y ruidos que genera el tráfico de autobuses a través de una gran cristalera que rodeará la zona central de dársenas.

De hecho, este mes de setiembre se está llevando a cabo la certificación de todas las instalaciones por parte de los organismos competentes, principalmente en lo referido a la evacuación de humos, con el fin de que la nueva estación disponga de todos los permisos para que pueda comenzar a funcionar.

Por otra parte, y con el fin de minimizar la afección de los autobuses al tráfico local, la estación contará con unos accesos optimizados por Guturbay, por donde entrarán y saldrán los vehículos.

Espacio liberado

En el espacio que ha quedado liberado en la superficie, se habilitará una plaza de 62.500 metros cuadrados y se construirá un edificio, en forma de L, de once plantas de altura y 25.000 metros cuadrados de superficie total, que albergará un hotel, una residencia de estudiantes, comercios y un gimnasio. La residencia de estudiantes tiene prevista su apertura para el curso de 2020-21.

Una vez se traslade a su nueva ubicación la actual estación provisional, el solar triangular que quedará libre albergará la última y más alta torre de Garellano, que está previsto acoja un total de 166 viviendas y ha sido diseñada por el prestigioso arquitecto británico Richard Rogers.