Manex ALTUNA

Desconfianza total y falta de liderazgo en el Athletic

El culebrón de Llorente deja al descubierto que algunos jugadores, el entrenador y el director deportivo no confían en sus compañeros ni en el cuerpo técnico para sacar adelante la situación con los mimbres existentes en la plantilla. Al mismo tiempo, la directiva les mantiene en el cargo, pero tampoco atiende sus peticiones. Un sin sentido que vaticina tiempos convulsos en el Athletic.

Elizegi se mantuvo en un segundo plano durante la comparecencia de Alkorta. (Raul BOGAJO / FOKU)
Elizegi se mantuvo en un segundo plano durante la comparecencia de Alkorta. (Raul BOGAJO / FOKU)

Por mucho que Rafa Alkorta intentara quitar trascendencia a la intrahistoria del no fichaje de Fernando Llorente, a nadie se le escapa que el relato de los hechos no deja en buen lugar a ningún estamento del club. Para empezar, y siguiendo con la versión oficial, a un grupo de jugadores. Se intuye que los capitanes y pesos pesados del vestuario debieron impulsar una iniciativa que no les corresponde por el agravio que supone entre los futbolistas.

¿Cómo se han tomado Villalibre, Kodro o el propio Williams que sus propios compañeros de equipo desconfíen de sus aptitudes? El tiempo dirá, pero ese movimiento no es la mejor forma para fomentar la unidad en un vestuario. Sin olvidar el mensaje que trasladan a los jóvenes que acaban de llegar como Morcillo, Vencedor, Zarraga o el mismo Sancet.

Llama la atención que algunos como Yuri no hayan tenido reparo en pronunciarse en redes sociales en programas como ‘El Chiringuito’ de Pedrerol. «Hemos hecho lo que hemos podido», decía en su cuenta en instagram. Alkorta mostraba comprensión señalando que hay que respetar todas las opiniones y desde el club nadie ha enmendado su actuación. Cada uno va por libre.

Los jugadores suelen destacar en muchas ocasiones el apoyo de los aficionados y aseguran que les echan de menos en San Mamés. Sin embargo, parece que no saben que parte de los seguidores -da igual si son más o menos- no están a favor del regreso de Llorente por la forma en la que abandonó el club en 2013.

Muniain, que ahora ejerce de capitán, debería recordar el ambiente que se respiraba y lo que perjudicó al equipo la salida de Javi Martínez en verano y la actitud del delantero, que fue expulsado de un entrenamiento por Bielsa, además de aquellas escenas en el Bernabéu siendo ovacionado por el público en el calentamiento mientras goleaban e insultaban a sus compañeros.

En el siguiente escalafón se encuentra el entrenador, que viendo la «jugada» de los futbolistas tampoco parece que cuente con el respaldo de los jugadores a sus planteamientos. Si consideran necesario a Llorente, ¿es por que no creen en la forma de hacer goles sin un ariete?. ¿Esa es la propuesta futbolística?, ¿bombear balones al área a ver si alguno acaba en gol? Asombroso e inquietante a partes iguales después de sobrevivir con solvencia a dos temporadas en las que Aduriz poco ha podido aportar sobre el terreno de juego.

Garitano ha contribuido a ello con los mensajes reclamando unos refuerzos que suenan a excusas. Desde la campaña anterior hace hincapié en ese aspecto, en vez de asumir la plantilla que tiene y buscar soluciones con ellos. Los mejores jugadores del Athletic siempre son los que están en la plantilla. No sirve de nada añorar a los que no están. ¿Cómo va a convencer al vestuario de su propuesta, si en cada rueda de prensa menciona lo que le falta?

La actitud de Alkota merece un capítulo aparte. Parece que no le importa que su opinión no sea tenida en cuenta, aunque por si acaso ya ha encontrado la justificación si es cesado o los resultados no acompañan. También sirve para Garitano. Intentamos fichar a Llorente, pero la directiva no quiso.

Lo realmente preocupante es que su planificación a medio plazo sea fichar a Javi Martínez y Llorente. Jugadores que se fueron del club rojiblanco hace ya ocho y siete años y tienen 32 y 35 años, respectivamente. Un futuro esperanzador y lleno de ilusión. Es ironía.

Los movimientos en el mercado tampoco concuerdan con los tiempos. Se puede decir que todos los equipos de la Liga, salvo el Villarreal, han perdido potencial en las plantillas. Apenas ha habido fichajes y el Athletic, un equipo que presume de cantera, en vez de reforzar su proyecto con jóvenes intenta fichar a veteranos que han dado sus mejores años.

¿Y la directiva?

Ni está ni se le espera. Elizegi asistió a la presentación de Berenguer, quedándose en un segundo plano durante la comparecencia y posando después en la fotografía. Este jueves ofrecerá una rueda de prensa en la que las cuestiones deportivas se mezclarán con las económicas.

El silencio y falta de liderazgo son elocuentes. A Garitano y Alkorta se les mantiene en el cargo aceptando su visión y forma de proceder, pero luego no se atienden sus peticiones. Una cosa o la otra. Un plan, un rumbo y una dirección, equivocada o no. En una tertulia radiofónica del lunes comentaron que Elizegi pasa muchas horas de «colegueo» con los jugadores en Lezama y el periodista que lo contó -uno de los valedores mediáticos de esta directiva- le criticaba que así no se puede dirigir un club.

Los precedentes apuntan a una rebelión o «guerra fría» entre distintos estamentos y se avecinan tormentas en un club que ofrece síntomas preocupantes. En el horizonte reaparece el inicio de la temporada en 2006, con destituciones de Clemente, Sarriugarte y dimisión de Lamikiz como presidente.

PD: Los aficionados y medios de comunicación también tendremos que reflexionar sobre la responsabilidad de cada uno en el rumbo que está cogiendo el Athletic, aunque en las próximas jornadas se lograra cambiar la dinámica de resultados del primer equipo. Y ser consecuentes y conscientes de que la final de Copa no puede ser la única variable a considerar. Antes de que sea demasiado tarde.